viernes, 9 de abril de 2010

El florecer de un admirable estado

Todo el mundo habla y asombrada está de que en este imperio democrático ninguna mancha de corrupción ha brotado en sus instituciones, y no ha germinado en los ciudadanos la simple idea de corromper.

Es también de fama legendaria sus aduanas, la atención por parte de su personal, de lustrosa imagen impecable; son afables, amistosos y muy queridos, contrastan con su completísimo sistema de seguridad de la más alta tecnología, es el único sistema aduanal que obsequia un simple regalo a cada turista y se contribuye que cada año éstos aumenten.

No hay imágenes más bellas e intensas que contemplar los jardines y fuentes que adornan la limpia ciudad, paraíso de formas, colores, aromas, seducen y arrebatan el alma a los paseantes.

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